Aprenda a utilizar los desperdicios de los alimentos para hacer abonos:
desde una huerta urbana de Bogotá se muestra todo el proceso de
recolección y transformación de residuos orgánicos, como cáscaras
de frutas y restos de cocina, en compost. A través de la acción de
microorganismos, los residuos se descomponen y se convierten en un
abono natural que enriquece el suelo, mejora la dependencia de
fertilizantes químicos, promueve una agricultura más ecológica y
sostenible. Además, se destaca que esta práctica puede replicarse
en los hogares para contribuir al cuidado del medio ambiente.
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