La lombricultura es una actividad que consiste en obtener un riquísimo humus a partir de estiércol digerido por lombrices de tierra (Lumbricus terrestris). Estos afanosos gusanos se prestan a una especie de ganadería que tu mismo puedes recrear en un rincón de tu jardín. En este acercamiento, puedes observar una buena colonia de lombrices de tierra, gusanos anélidos que sólo piden para comer estiércol y basura. Quizá no sean los gusanos más guapos del mundo, pero su trabajo es un manjar para nuestras plantas.
Para tener un cultivo de lombrices, lo primero que se ha de disponer es de un recipiente lo suficientemente grande para albergar a estos gusanos, bien un contenedor de gran tamaño, o una zona del jardín alejada, donde compostemos los desechos de la casa o del jardín.
1. Una vez preparado el recipiente, que debe ser amplio y bien aireado, con el estiércol, se introducen las lombrices que se enterrarán rápidamente en el subsuelo.
2. Para rebajar la acidez y mantener el suelo más mullido, utilizar fibra de coco sobre la superficie, que puede ser reemplazada por turba fibrosa.
3º Por último hay que colocar una tapa sobre la factoría de humus, para que las lombrices estén más atemperadas y en completa oscuridad, libre de que las aves, como los mirlos, nos roben los preciados gusanos.
Utiliza este sustrato, ya abonado, para tus plantas, verás como se desarrollan mucho mejor las plantas en este tipo de suelo, freco, mullido y bien fertilizado de una forma natural y ecológica.
Notarás la diferencia.
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